Lady StormNight Señora del Reino de la Noche
Cantidad de envíos : 267 Fecha de inscripción : 13/04/2008
| Tema: Título: Es por ti Miér Abr 16, 2008 3:45 pm | |
| Entre la luz y la oscuridad hay una brecha, una brecha donde se esconden los sueños perdidos. Es allí donde una persona tiene que ir si quiere recuperar sus ilusiones, y es allí donde cada humano que llega con el firme propósito de recuperar lo perdido es recompensado. Es allí donde a cada humano se le asigna un ángel de la guarda.
Day no sabía todo esto, ella vivía una vida que no la hacía feliz, pero al menos tenía una vida. Siempre miraba al futuro con optimismo pensando que allí habría algo distinto y nuevo que la despertase otra vez por dentro, lo que no sabía es que para conseguir esto tendría que pasar por mil aventuras la semana comenzó normal, sin muchos sobresaltos, aunque ese día le ocurrió algo que hizo que, aunque ella no se diera cuenta su vida comenzaba a cambiar. Salió a la calle y allí un hombre la esperaba, un hombre que ella conocía sin saber de donde, y que lo único que le dijo fue: Tu vida comienza hoy. La verdad es que ella lo tomó por loco, "nadie puede ser diferente a los demás sin ser un loco" se dijo. Y siguió su día con normalidad. Al día siguiente a la misma hora exactamente que el día anterior alguien la esperaba en el mismo sitio que ayer, pero esta vez una chica que le dijo: Prepárate para el viaje. "Por qué me tocan a mi todos...los locos de la ciudad" se volvió a decir sin prestarle atención. Pero esa tarde otra cosa sucedió que la hizo reflexionar, su madre que por entonces vivía en otra ciudad la llamó para decirle: ¿Sabes? tengo una sorpresa para tí, tengo un billete de avión a las maldivas!!
Como era de esperar en la cabeza de nuestra protagonista apareció la imagen de la chica de la mañana...¿Qué le estaba pasando?.
Pasó toda la semana y cada día le ocurrían cosas más extrañas y las predicciones se iban cumpliendo. Llegó el sábado, se levantó pronto y se enfundó su chándal. Salió a correr por el monte, le encantaba correr los sábados por allí no había nadie y la soledad hacía que su corazón se tranquilizara. Cuando llegó al punto más alto de la montaña había un hombre esperándola, justo el hombre que le había dado la primera predicción... -Te esperaba, tu camino comienza aquí. Yo solo puedo guiarte pero lo tendrás que recorrer sola, es el precio que hay que pagar entiéndelo -Qué precio? de que habla? lo siento pero no tengo dinero no tengo nada valioso...*dijo asustada Day* -jajajaja dinero? esto no se paga con dinero si no con determinación, con valor y con mucho amor. Day se quedó quita, no sabía exactamente de que hablaba, pero su corazón le decía que adelante, que luchara. -De acuerdo *dijo con miedo* dime qué es lo que tengo que hacer.
Realmente no sabía donde la llevaría, lo único que sabía es que tenía que hacerlo, así se lo decía su corazón, ese corazón que tanto tiempo llevaba callado y que justo en ese momento había comenzado a gritar a los cuatro vientos que estaba vivo y seguía allí.
-Tienes que llegar hasta el centro de la tierra y allí te encontrarás con tu mayor miedo, sé fuerte y sobrevivirás. Day bajó la cabeza pensativa y cuando volvió a subirla el hombre misterioso ya no estaba, al centro de la tierra? y cómo llegaría allí? las dudas asaltaban su cabeza como un mar embravecido. -Tranquila. *dijo una voz en su interior* -¿Quién eres? -Soy tu corazón Una lágrima cristalina recorrió la mejilla de Day. -Estás vivo- Fue lo único que consiguió decir - Sí *dijo solemne* se que hace tiempo que no te hablo, pero me cansé de ser ignorado y por eso me hice de piedra, aunque continué hablando, muy bajito, realmente el problema era que tú no me escuchabas. -Lo siento... -No te preocupes Day, siempre estuve contigo, hasta en esos momentos que pensaste estar sola, siempre estuve aquí simplemente tienes que escucharme como lo haces ahora. -No volveré a... -Tranquila todos los hombres y mujeres lo hacen cuando llegan a ser adultos, por que nosotros los corazones somos demasiado impulsivos y a veces sin querer hacemos daño a nuestro portador, por eso entendemos como son las cosas... yo te guiaré hasta el centro de la tierra, siéntate en el suelo cierra tus ojos y deja tu mente en blanco. Una vez hizo esto, no sin poco esfuerzo, comenzó a marearse...fue como si perdiese el sentido de la realidad, y aunque sabía que no debía temer, abrió los ojos sobresaltada, y lo que se encontró la intranquilizó más, estaba en una cueva fría y lúgubre, ya no se encontraba en el bosque -¿Qué ha ocurrido? -Te he traído hasta el centro de la tierra, era lo que deseabas y yo lo he hecho realidad. -Pero...cómo? -No intentes pensar tanto...a veces las cosas ocurren por que uno las desea,y otras veces las cosas ocurren por que tenían que ocurrir. Day miró a su alrededor y vio un camino, supo que debía dirigirse hacía allí. Caminó durante largo rato, hablando con su corazón como nunca había hecho, él le dijo que siempre había estado a su lado, incluso cuando su padre murió o cuando su novio la dejó. Esto la reconfortó, sabía que no estaba sola. Llegado un momento se encontró al borde de un precipicio lo miró y comenzó a marearse. No puedo seguir!! dijo paralizada por el pánico, -Sí puedes, simplemente piensa que no está ahí. Esta es la primera prueba, tu primer miedo. dijo el corazón. -Me caeré si sigo caminando!! dijo Day.
Se dio media vuelta para encaminarse por donde había venido pero la obertura por la que había pasado ya no se encontraba en su lugar. -Te obligan a continuar pequeña. Se volvió a girar y vio un pequeño puente de madera que cruzaba al otro lado. - No puedo hacerlo *dijo llorando* me caeré. No quiero caerme... - No te caerás, simplemente mira adelante sin miedo sin temor y si tienes que caerte yo te recogeré y resurgirás con más fuerza que antes. Estas palabras animaron mucho a Day, y por eso empezó a cruzar el puente, al principio le costó pero cada vez que daba un paso le costaba menos, sentía como los pesos que tenía en sus pies se iban soltando poco a poco. Se confió y miro abajo fue entonces cuando todos sus miedos volvieron a ella como si de un jarro de agua fría se tratasen. Se tiró al suelo y se agarró fuerte a las tablas de madera. -No puedo! -Sí puedes...pero no deberías haber mirado abajo, el miedo no se va, simplemente se esconde, como el amor, el deseo...por eso cuando tiene una oportunidad aparece cuando menos lo esperas, lo único que tienes que hacer es no darle la oportunidad. Por eso, levanta la cabeza y sigue adelante pequeña. Day hizo lo que su corazón decía, no por que se le hubiese quitado el miedo, por que seguía sintiendo miedo, pero también sentía como el valor salía al encuentro y así pudo seguir avanzando. La primera prueba habías ido superada, siguió andando sin saber que era lo que le esperaba y apareció en una cueva sin salida, como antes le había ocurrido se dió la vuelta y la entrada había desaparecido, le peguntó a su corazón pero no le contestaba, empezó a sentirse sola. Una nube negra comenzó a consumirla y eso hizo que otro sentimiento, la soledad, hiciera mella en ella. Lloró, simplemente lloró, la soledad siempre le provocaba eso, llamaba a su corazón pero él no respondía, pero lo notaba con ella...esa idea le hizo pensar, su corazón estaba con ella, lo sentía dentro suyo, entonces no estaba sola. Dejó de llorar y se repitió que no estaba sola, nunca lo estaría su corazón la acompañaría siempre!! De repente la pared del final de la cueva estalló, ella sonrió y escuchó de nuevo a su corazón: -Muy bien, siento haberme callado, pero tenía que hacerlo para que comprendieses que nunca vas a estar sola, siempre estaré contigo a tu lado. Day siguió su camino, entretenida contándole a su corazón todo lo que había sentido, aunque este ya lo sabía, la escuchó atentamente. Cuando cruzó un risco vio en frente suya a un chico, tendría su edad, a lo mejor un poco mayor. -Hola, soy Day encantada. *le dijo sonriente* Cuando el chico la miró fue otro el sentimiento que inundó a Day, el amor la llenó entera!! Los ojos marrones, su tez morena y el pelo negro la cautivaron. -Hola soy Anthony. *sonrió* ¿sabes qué hago aquí? Day no podía hablar estaba paralizada, el amor a veces era traicionero, pero su corazón le dio coraje y comenzó a hablar: -No se que haces tú aquí exactamente, pero sé cual es mi misión, y tú estás en ella. El chico sonrió, y eso hizo que Day se estremeciera. De repente entró una chica, alta, rubia, guapa…<<qui>> La chica se puso delante de Anthony y le sonrió, él le devolvió la sonrisa. Day no pudo más, había otro sentimiento que se había apoderado de ella, un sentimiento que hacía tiempo no salía y estaba muy enojado, los celos. Los miró a ambos con odio. - Tendría que haberlo imaginado –Espetó- eres como todos. El chico la miró con un brillo inusual en la mirada y le dijo: -He hecho yo algo para que me digas eso? Simplemente respondí a un saludo. Tú también estás en mi vida, pero no por eso tienen que dejarlo de estar las demás personas. *dijo acercándose a Day* Ella pensó en lo que acababa de pasar, se había dejado llevar y como su corazón le había dicho en una ocasión eso no siempre era bueno. Miró a la chica que comenzó a desaparecer, ella sonrió, era otra prueba, miró a los ojos castaños de Anthony y sonrió: -sé que te acabo de conocer, sé que no soy nadie para ti, pero tú lo eres todo para mi, sé que eres mi mitad, por eso te pido disculpas y te aseguro que nunca más verás a esa Day, la Day oscura… Él la miró con infinita ternura y la besó. Después de aquello continuaron juntos el viaje. Llegaron a una puerta negra, por donde entraron y se encontraron al Señor del Centro de la tierra. -¿QUÉ HACEIS AQUÍ? ESTE NO ES LUGAR PARA HUMANOS!!. Day mantuvo la calma y dijo tranquila: - Entre la luz y la oscuridad hay una brecha, una brecha donde se esconden los sueños perdidos. Los humanos no pueden ir a no ser que persigan sus sueños, y es por eso que tienen que pasar por sus tres mayores temores y defectos y aprender de ellos, son ellos los que les enseñarán donde se encuentra la gran puerta negra que lleva al señor del lugar. Yo estoy aquí, he pasado miedo, soledad, celos, angustia….pero también pasé por la confianza, por el amor y por la valentía y por eso quiero que me devuelvas lo que un día fue mío y me fue arrebatado. Quiero que me devuelvas mis sueños, mis ganas de vivir, quiero que me des mi ángel de la guarda. El Gran Señor rió e hizo un gesto con la mano, y allí delante de ella apareció flotando un pequeño colgante, una luna plateada: -HAS APRENDIDO MUCHO PEQUEÑA PERO LO QUE NO SABES TODAVÍA ES QUE TU ÁNGEL VIVE EN TI, TIENE MUCHOS NOMBRES, LA GENTE LO LLAMA ÁNGEL DE LA GUARDA, OTRA GENTE LO LLAMA CORAZÓN…PERO ÉL SIEMPRE ES EL MISMO, Y SIEMPRE NOS ACOMPAÑA AUNQUE A VECES SE CAYE. POR LLEGAR HASTA AQUÍ TE REGALARÉ ALGO, TOMA ESTE PRESENTE, CON ÉL SIEMPRE RECORDARÁS TODA ESTA AVENTURA Y NUNCA OLVIDARÁS QUE TU ERES TU PROPIO ÁNGEL. Day sonrió y cogió el colgante, cuando se lo puso todo fue borroso, cerró los ojos asustada y cuando los abrió estaba en el bosque de nuevo, tendida en el suelo un chico intentaba socorrerla. -Anthony? -Me conoces? -sí *sonrió Day, se llevó la mano al cuello y notó el colgante palpitante.*Espero comentarios | |
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